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FREELOVE O AMOR LÍQUIDO

domingo, 14 de febrero de 2010



“Desesperados por “relacionarse”, sin embargo, desconfían todo el tiempo
del “estar relacionados”, y particularmente de estar relacionados “para siempre”,
por no hablar de eternamente”.
Zygmunt Bauman


Qué equivocados estamos al querer teorizar el amor, ésta no lejos de ser otra teoría, es más una queja, mi particular revolución nacida de la burla.

El problema definitivamente ya se ha apartado de la definición de la palabra AMOR, es ahora, por afán, una alternativa lingüística, el problema, que es el problema de todos, es la forma de AMAR y el suponer que ser AMANTES viene ligado exclusivamente a una acción recíproca de dar amor, es más simple, pero para muchos más humillante, teniendo en cuenta por ejemplo, que JL. Borges no veía en sus espejos y laberintos las explicaciones de la infidelidad y que, a su vez, Bioy Casares no gastaba tanto tiempo peleando contra los reproches y reclamos de Silvina Ocampo, porque contra las mujeres condicionadas a amar inteligentemente no se discute sin buenos argumentos.
La tarea de escribir sobre el amor debe ser más cuidadosa, más responsable y mucho más respetuosa consigo mismo, no se puede fundar una libertad en el amor cuando todavía la literatura habla de lo difícil qué es ser dejado y dañado, por eso hablar de los AMANTES desde la frialdad de la etimología es una forma irresponsable de dirigirse a quienes aman en estos tiempos.

Amar en ningún momento puede ligarse a un concepto de libertad pues bien, nada tiene que ver la libertad del amor con las prohibiciones y el control sobre alguien, la libertad es una condición y no una elección, de hecho si así fuera, se podría elegir sin reparo a quién se ama, dejemos ya de justificar la promiscuidad con premisas de amores libres y de conceptos de amores posmodernos, los títulos de las relaciones los pone la sociedad por legalidad, la moral la ponen los que no quieren estar “comprometidos” y los que vanidosamente se creen muy libres al estar enamorados.
¿Y qué viene siendo el amor de los amantes sin la muerte del erotismo?, los amantes callan y se burlan de otros amantes que pierden “el encanto”, perder el encanto en una relación es justamente ENAMORARSE del otro... cuando el erotismo muere, permanece lo infalible, el amor, y la muerte del erotismo jamás podrá traer libertad, porque los cuerpos desnudos se encarcelan en la búsqueda amorosa del otro, y esa es la vida útil del amor, Bataille es claro al decirlo, “El Erotismo es la aprobación de la vida hasta en la muerte”, por eso es insulso predicar libertad si lo que hay es un afán de enlazarse incluso con la sola idea del amor.

No querer títulos como el noviazgo, el matrimonio, y otros, no es entonces un problema de la libertad sino de las palabras y la intención de las mismas, ningún problema encierra presentar al otro como el novio o la novia si con eso lo que se quiere decir es que salen y la pasan bien, o presentarla como la esposa y el esposo para decir que duermen en la misma cama y para envidia de ustedes, a veces lo hacemos desnudos, en realidad lo que encierra ese título es solo la aprobación de un estado civil que se elige por presentación, por nombrar las cosas, por darles forma más que por violar libertades personales, quieren entonces los amantes dejar de ser titulados?, es fácil, es más fácil incluso que nombrar una relación, pero no se soluciona nada de fondo, pues las llamadas, los reclamos, los detalles, las fechas y la infidelidad siguen latentes con o sin título, el conflicto no está en ser novios, esposos o amantes, el conflicto está en el cuerpo que aparenta una libertad para que otros cuerpos lleguen y en la mente que se plantea ya como un ícono de la sexualidad inagotable, “si le digo al otro que no tengo ninguna relación, seguro se acuesta conmigo y no me hará reclamos porque somos libres”.

Lo que desean sin duda los seguidores del supuesto FREELOVE, es más bien EL AMOR LÍQUIDO, un amor que se diluye sin preguntarse mucho por el otro, sin conocerlo, sin ligarse ni comprometerse a la llamada, a la cita, a las formas de la conquista, es un amor de tiempos tecnológicos, de emoticones, de Skype y Facebook, el amante deja un mensaje de reporte y el otro lo responde si quiere y su tiempo lo permite, fenómeno este que ocurre porque como el compromiso no tiene sentido, entonces reemplaza la pareja por las redes, “En todo amor hay por lo menos dos seres, y cada uno de ellos es la gran incógnita de la ecuación del otro” (Bauman), ¿esa es la incertidumbre encantadora de la que hablan los seguidores del FREELOVE?, esa incertidumbre, si no se han dado cuenta los amantes, es la que lleva a la obsesión y al desenfrenado reproche, respetar el tiempo del otro y sus espacios de expresión, en nada intervienen con la sorpresa y la exaltación de la conquista, me refiero con esto a que no solo le es permitido a uno de los amantes llamar cuando lo cree necesario o escribir cuando lo cree prudente o buscar al otro cuando ya está bien de ocupaciones, el otro también llama, escribe y busca una aprobación del amor, dos palabras sensuales en el día sin robar “la libertad”.

Bauman dice que en el AMOR LÍQUIDO “uno siempre puede oprimir la tecla delete”, el asunto es que ustedes quieren olvidar, pero no quieren ser olvidados y ahí, la teoría de la libertad se derrumba, pues las relaciones en redes también necesitan un contacto, y entonces en los status de la red aparece la opción no conectado, y ésta es la forma madura en la que le dicen al otro, al que busca sus minutos de sensual comunicación, no me interesas, no te necesito, como esto es un amor libre entenderás que yo aparezco cuando quiero”, y el aparecer cuando quiero es ya una muestra clara y machista de cuánto subestiman el amor del otro, porque a su cómoda interpretación, el otro no necesita, el otro no se interesa, el otro no quiere.

Tan sencillo resulta entonces ser un amante líquido, sin importancia, sin remedio, lleno de olvidos, lleno de excusas para no comprometerse, mientras los que se comprometen bendicen el vínculo en estos tiempos.

Los hombres y las mujeres de estos tiempos no buscan amores líquidos, están cansados de la libertad del pensamiento, de la revolución, del afán, buscan mariposas en el estómago, cine en compañía, cenas románticas, razones justas para el desamor y argumentos fuertes para justificar la promiscuidad, no es el amor libre, no es el rescate etimológico de la palabra “Amantes”, no es la relación nombrada ni la falta de reproches, es, sin duda, una crisis del sujeto, la modernidad y el abandono los ha hecho despreciar el amor como viene, incluso con sus desapegos. La negación del amor que sobreviene a la modernidad es el cáncer del olvido, los que, en sus pretensiones, quieren un amor libre, serán olvidados por su misma libertad, se verán azotados por la desconfianza, por la rapidez de la soledad y por una madurez que no surge del no enamorarse, los amores libres son invento de la adolescencia y por eso todos adolecíamos nuestra condición de inestabilidad.

Ahora bien, que error tan sublime se comete al decir que el amor libre es el amor verdadero, primero, porque ni el amor es libre, ni es verdadero, segundo, porque lo que es verdadero del amor son sus predicados no sus sujetos, bien lo sabemos, no es el mundo el verdadero, son las teorías que lo describen, y mi pregunta humilde es: ¿cómo puede uno saber que el amor es verdadero, si con esfuerzo sabemos qué es la verdad?, mi conclusión es, que el amor es AMOR ni libre ni líquido ni verdadero, no se le pide al otro ninguno de éstos, el amor no se califica, se vive y en la vivencia viene el deseo de permanecer, no matemos al otro, al amante, con la condición del amor libre o el amor verdadero o el amor líquido, seamos honestos, más que pretensiosos, al manifestar nuestro deseo, deseo de piel, de carne de intimidad, de erotismo, no confundamos el, mal llamado, FREELOVE con la ARRECHERA.

No es sano para el amor, no es sano para los amantes, no es sano para ella que esperó por ti, encerrada en la incertidumbre que tu le ofrecías mientras liberabas tu concepto del amor, no es sano para ellos, no es sano para la reivindicación del mundo, no engañas a dos mujeres y luego hablas del amor libre con propiedad, eso solo lo hace la gente que sobra en el universo y el universo elige a los que todavía aman con berraquera.

LAURA SANZ

3 comentarios to FREELOVE O AMOR LÍQUIDO:

Unknown dijo...

Creo que ni aunque lo intentara podría estar más en desacuerdo. Me encantó.

Luis Vélez Rodríguez dijo...

Hey Laura ¿qué decir? Es tan honesto, tan sentido, tan "anti cliché", y jode de alguna forma. Muy bonito...

Juan Mauricio Peña dijo...

Laura, no he leído nada sobre esas "teorizaciones" acerca del amor, ni a los autores que menciona, pero creo estar de acuerdo con usted, al menos en lo fundamental. En las relaciones tradicionales hay dos luchas en pugna: por un lado, el deseo de estar siempre con el otro, y que el otro esté siempre con uno (más o menos la fidelidad, pues); por el otro, el hecho innegable de que el ser humano se sigue interesando por otras personas (más o menos la promiscuidad, o la tendencia a la infidelidad, pues). Yo creo que un tipo de amor que trate de reconciliar ambas cosas sí es posible. Lo digo claramente: que alguien, teniendo una pareja, salga y se acueste con otras personas, y que acepte que su pareja haga lo mismo. Eso, en teoría, sí puede ser posible, pero exigiría de esa pareja una destrucción de muchos de los pilares que son constitutivos de nuestra sociedad y personalidad, una lucha constante, muy profunda, casi una redefinición de lo que uno es. NO PUEDE SER UNA MODA.

Ahora, por mi parte, a título personal, prefiero el amor tradicional. Lo defiendo y lo practico. No me parece del todo honesto "querer tenerlo todo al mismo tiempo". Si querés acostarte con quien quieras, pues quedate soltero y disfrutá de esa posibilidad. Si querés una relación estable, pues asumí las consecuencias y tené verraquera, fuerza de voluntad e imaginación. Cuando las cosas no van bien en tu relación y ya no tenés ganas de luchar, lo lógico, al final, luego de periodos extraños, dolorosos y confusos, es terminar. Punto.

No conozco personalmente a nadie que haya sido capaz del amor libre, que haya sido capaz y que lo diga sinceramente, que una pareja conocida me comente sin muestras de turbación, sin pose, sin actuación, que el man con el que salió su novia ayer era muy calidoso, o que las tangas de la nena con la que se acostó el novio anoche son de su gusto. Eso no lo he visto, pero no digo que no sea posible. A mí, por lo pronto, me parece imposible practicarlo, pero lo digo por mí.

Muy buen post.

PS: oiga Laura, hacía días que no me pasaba por su blog. Lo tiene muy bonito, esta plantilla es chévere, pero tiene un problema: es demasiado brillante. A uno se le cansan los ojos luego de leer varios posts. Bueno, me le despido pues. Suerte.

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