La Ley de la Filosofía (sobre libro y película El Mundo de Sofía)
viernes, 6 de agosto de 2010
Muchos han dicho inconscientemente que la filosofía es una disciplina muy acorde al derecho, pero realmente muy pocos comprenden la dimensión de tal afirmación, se trata de asumir una postura reflexiva y también de crear pensamiento mientras se imponen las leyes. El camino de la filosofía más que ser tedioso, desde las miradas incapaces de cuestionarse, es una forma de vida y una excusa de la ciencia cuando no se resuelve. Sofía y Alberto sabían que, en la medida en la que se contara y se comprendiera la historia del pensamiento existirían como idea siempre y es precisamente lo que sucede en el mundo real, cuando contamos nuestras palabras, cuando moldeamos nuestros conflictos desde la construcción de discursos de defensa, existimos, nos entregamos al mundo para que nos exploren como seres que desean, piensan, conviven, discuten, crean y se dudan.
El pensamiento filosófico influye fuertemente la forma del derecho, pero no es precisamente por lo elocuente de su lenguaje o por sus bohemias formas de nacer, es por la profundidad de la vida y de las relaciones interpersonales, la filosofía le enseña al derecho el origen de las pasiones humanas, las mismas que luego crean los conflictos que el derecho dirime. Hacer el recorrido que Sofía y Alberto hicieron a través de la historia de la filosofía, resulta pertinente para encadenarnos a las causas de lo que nos hace ser abogados, porque la filosofía no solamente funciona sobre los paisajes y los objetos, la filosofía se crea para el ser y se recrea para la otredad, para la convivencia, el derecho por su parte, nos regula dicha convivencia.
Cada forma del conocimiento, cada época, cada momento de la razón, descubierto por Sofía, gracias a un libro que hacía de ella un simple personaje de una narración, nos permite dar cuenta de lo importante que es mantener viva la historia del pensamiento, mientras se cuente, él mismo existe y educa, esta es la razón por la cual, la filosofía y las leyes no pueden separarse, porque de la filosofía nace la intención del hombre de ordenar las cosas del universo, evitar el caos y ofrecerle la posibilidad de comprenderse para que no caiga en el error.
De otra parte, ¿qué importancia tiene el libro o la película El Mundo de Sofía para los estudiantes de derecho?, esa pregunta es tal vez más sencilla que la obviedad misma, porque como estudiantes de derecho acercarnos a la filosofía es vital para la construcción de argumentos y para la recreación de la sensibilidad que algunos dejan de lado con las rutinas cotidianas, es más dinámico además, conocer la filosofía desde la aventura que viven los personajes (Sofía Amudsen y Alberto Knag), que sentarse a hablar sobre todos los pensadores en una discusión metódica que termina por confirmar la equivocada afirmación de que la filosofía es cosa de locos y no se puede perder el tiempo en ella.
La filosofía nos dice el secreto del camino a la comprensión, sólo hay que saber hallarlo por medio del asombro, como lo hizo Sofía, mientras nos asombremos no dejaremos de existir como personajes en la historia del mundo y se hace extensiva la reflexión para la ciencia del derecho, mientras nos asombremos la justicia estará ante nuestras percepciones.
LAURA MARCELA SANZ LEÓN
Suscribirse a:
Entradas (Atom)