ACV
Nos hemos pasado la vida entera, con todas sus guerras santas y sus inquisiciones intentando definir la muerte, intentando comprender su misteriosa forma de dolor. Los periodistas hacen crónicas, la ley se inventó una forma para que los abogados pudieran dar continuidad al patrimonio de una persona después de muerta e incluso se inventó la figura de la Muerte presunta por desaparición forzada, para esos momentos específicos en los que no se puede distinguir entre la vida en otro lugar y la falta de vida; los médicos la tocan, la padecen, la demoran, la engañan, la sobreviven, la pueden diagnosticar y finalmente la informan, pero tampoco la entienden. Los filósofos especulan entre la trascendencia, la intuición, la reencarnación, el devenir, la oscuridad y el existencialismo y termina siendo lo que siempre ha sido. La Muerte, un fenómeno indescriptible. Es tan inapropiada para las emociones que incluso se definen orgasmos como pequeñas muertes para poder categorizar de una manera concreta el gran momento de una relación sexual.
La muerte es eso y nada, es todo y se lo lleva todo, se lleva la juventud, la fraternidad, la compañía, el amor, las palabras y sólo deja rabia y vacío. Que innecesario parece prepararse para la vida, cuando la muerte en realidad nos reprueba de vez en vez, sin requisitos.
Nos dejan muy claro que el conocimiento se genera por procesos cerebrales y que entre más entrenado esté el coeficiente intelectual más vida para la memoria habrá, pero que paradójico saber que de ese mismo cerebro, del que se despliegan todas las discusiones sobre la muerte, ha surgido la causa de la misma, una causa que se derrama, se riega como agua entre canales, se dispersa y va anestesiando todos los signos vitales con la naturalidad del cuerpo. Se derraman los recuerdos y se borra la vida.
No podemos aún comprender el anómalo sentido de la muerte, pero si de darle forma se trata, hay rituales que logran marcar un día especial y único, así como el nacimiento. Morir es pausar el juego de la vida un rato, pausarlo para tomar té con algunos amigos, para afeitarse la barba o abrigarse un poco mientras pasa la lluvia, para hacer algunas llamadas y algunas oraciones retrasadas.
Pienso ahora en dos seres de luz que, aunque muy distantes, compartían algunos placeres de humo, de música, de juventud y de sosiego. El más joven ya se hizo a la mar este fin de semana y muy seguramente se está deleitando con la presencia de Richard Wright o de Syd Barrett mientras sonríe; el segundo no se ha ido, se aferra con toda su Fuerza Natural a un secreto.
Ambos me dejan una lección de Fortaleza.
Q.E.P.D. Felip
Laura Sanz
LA BANALIDAD ES EL TALENTO DE LA GENTE INTELIGENTE
domingo, 24 de octubre de 2010
Hace poco hice un sondeo de los escritores que más me gustan; la mayoría en sus entrevistas recomiendan como lectura fantástica La Biblia, y como siempre voy para donde va Vicente sin incomodidades, hice caso y la empecé a leer. No suelo hacer varias lecturas al tiempo, pero esta vez se me ocurrió que podía leer varios géneros de una manera paralela e incluso mezclarlos, interrogarme sobre la lectura hecha de un libro mientras leo otro, y de esa forma puedo tomarme la lección. Es así como terminé leyendo La Historia del Arte de Gombrich, El libro Blanco de la Sabiduría de Ruíz de Amadís y La Biblia, todos ellos iguales e incomprensiblemente distantes. Ahora bien, cuento lo anterior porque los autores y los personajes de aquellos libros son tan escuetos y tan “normales”, que empecé a cuestionarme algunos hábitos y otros gustos. Después de protestar contra mi álter ego, antes de mi cumpleaños número 29, vi otra luz entre la cantidad indeterminada de luces que prende la vida y me reconcilié con mi racionalidad.
He tratado de no ser radical, intento comprender, más que soportar, todos los géneros artísticos, musicales y literarios; todos los estilos, la moda, las tendencias, las excusas, los milagros, las religiones, las discordias, los amores y los egos; he intentado ser como todos son, para luego no ser lo que todos odian de la humanidad, por eso disfruto cada cosa estúpida que se cruce por mi tiempo, cada baile extravagante, cada sonido tropical aunque esté lejos de mi cotidiana tranquilidad musical. Bajo mis gustos certeros e implacables también hay lugar para lo común, para lo tonto, para lo superfluo, para lo divertido y para lo popular, en otras palabras, para lo finamente criticado por los egocentristas.
Esta semana, como ninguna otra semana, mi tiempo estuvo dosificado para múltiples actividades y nunca hubo inconvenientes intelectuales, cognitivos o como quiera que sea; el lunes puedo dar lugar a las lecturas simbólicas y densas de La Biblia, el martes acompaño mis lecciones de historia del arte con un buen chocolate caliente y tostadas, el miércoles puedo ver “Protagonistas de Nuestra Tele” y aprender tanto de los humanos, como cuando se va a un zoológico a observar el comportamiento de los animales en cautiverio, el jueves puedo conectarme a internet y pasar horas completas en Facebook y en Twitter, viendo como todo es indiscriminadamente criticado, como si tales críticas vinieran de los seres más sabios y evolucionados del mundo; el viernes paso, repaso, pienso y repienso mi amada filosofía y si me invitan a bailar salsa y reggaeton no me niego, pues cuando quiero liberar tensiones hay dos actividades muy útiles: bailar o ver películas de miedo; el sábado sin duda es un día para amar, para jugar a la conquista y a los mimos, es un día de abrazos, de besos, de caricias simples y complejas, además me río sin vergüenza con “Sábados Felices” y quedo lista para un domingo jurídico, atiborrado de leyes y decretos; el domingo juego a salvar el mundo sola, sin jurados de conciencia ni jueces, y vuelve a empezar la semana con otras sorpresas, otros modos, otros tontos tiempos y otras diversiones ridículas.
Nada de lo anterior me hace ni mejor ni peor persona, pero si me hace muy feliz saberme simple, inquieta, común o tal vez elemental. No son ciertos libros o determinadas cosas inteligentes, elaboradas o pensadas las que moldean la inteligencia, creo que es la experiencia de la vida, la multitud, la comprensión de esa multitud, las sombras detrás de uno mismo, la banalidad pensada y prudente, la sensibilidad, la ridiculez, la diversión, todas ellas colectivas. Esta Modernidad Liquida, que nos describe Zigmunt Bauman, es también parte del mundo, es la historia edificada minuto tras minuto, y como seres pensantes somos parte de ella, somos su piel y su motor, rechazarla o criticarla por vicio, nos hace su propio cáncer. Somos inteligentes cuando disfrutamos nuestra propia torpeza intelectual, en esa medida, creernos más sabios por estar lejos de lo colectivo, de lo común o de lo intrascendente, es un error craso, pues los rebeldes sin causa ya le sobraron al mundo.
Laura Sanz
29
jueves, 14 de octubre de 2010
Se acerca la gran fecha y como es costumbre desde hace muchos años, tendré 30 días de celebración, 30 días de reflexión donde la balanza me indicará lo que se hizo mal y lo que se hizo bien, sin arrepentimientos.
Con el tiempo me he creído lo de los signos del zodiaco, no debe ser casualidad que todos mis amigos escorpianos y yo tengamos el mismo carácter, la misma impaciencia, las mismas fobias y la misma soledad que nos buscamos y disfrutamos sin reparo, pero también somos amigables, apasionados, sinceros, nobles e irremediablemente soñadores.
Nací a la 1:00 pm en medio de la lluvia y ayudada por unos instrumentos quirúrgicos llamados Forceps, lo cual explica según mi familia, el llanto incansable toda la tarde de ese 12 de noviembre por un presunto dolor de cabeza y 29 años más tarde puedo decir con plena certeza que no hay nada que odie más que la migraña que padezco y me derrumba cada tanto. El médico parecía predecir la forma de mi pelo: “siga pujando - le decía a mi madre-, siga con fuerza que ya le veo los crespos” y así fue, los primeros 10 años de mi vida mi pelo era completamente lacio, pero en la adolescencia se empezó a encrespar y no ha parado desde entonces, este año curiosamente gané la batalla contra él y ya llevo unas 3 semanas con él suelto, absolutamente suelto y libre, no obstante, en medio de la admiración de mis amigos me gané el apodo LA POLA y algunos dicen que no hay chapa más acertada no sólo por el pelo sino por el genio y confieso que me gusta, de hecho, me encanta. Además de esa contrariedad, existe otra muy particular, la gordura, era la bebé más gorda que uno pudiera imaginar y gorda fui como hasta los 6 años, como ven, ya no hay rastro alguno de tales rollitos, no me gustaban los vestidos y por lo tanto, el overall fue por mucho tiempo mi prenda de vestir preferida, ahora ponerme un jean es cuestión de pereza. Crecí escuchando tangos y música oriental, mi hermana me enseñó a bailar y me llevó por el camino de la buena música, aprendí a tocar un pianito de juguete en el que saqué a oído canciones de Santana, Narada, The Beatles y muchos otros que me acompañaban en las tardes después del colegio; ahhhhhh! El colegio, lugar donde no faltó la malvada niña que me hacía la vida imposible, la que me chuzaba con la punta de los lápices, la que me halaba el pelo y me escondía el maletín cuando sonaba el timbre de salida, la que me quitó el primer novio, la que robó mis poemas, la que se burló de mí en público y por supuesto la que me aconsejaba mal y yo le hacía caso. De lo anterior sin duda, nace mi amor por la soledad, luego del recreo disfrutaba refugiarme en la biblioteca y allí me di cuenta que leer y escribir son los hábitos y los vicios que me mantienen viva. Todo lo que ha llegado a mí desde entonces ha sido en pro de lograr un sueño muy silencioso y tímido, lo que tal vez me hace una nerd insoportable y poco compatible con los seres humanos populares. Como si fuera poco, en bachillerato fui monitora de filosofía y literatura, hacía parte del club de poesía y del coro, pero no me hablen de matemáticas, jamás gané matemáticas, pasé toda mi historia académica habilitando todas sus derivadas, cálculo, geometría, trigonometría y álgebra. Sin embargo, como mi vida está llena de paradojas y contrariedades, como que era lacia y gorda, cuando estudié Filosofía y Letras generé un gusto radical e incomprensible por la filosofía de la ciencia, quién se imaginaría que tendría que estudiar física cuántica juiciosamente para poder comprender los libros que leía, a pesar de ello y gracias a un mal de amores, me gradué con una tesis sobre las emociones y en eso sigo y seguiré trabajando aunque la vida, luego de haberme hecho Profesional en Filosofía y Letras, me haga también Abogada.
Todo ha sido hasta hoy una montaña rusa y un cúmulo de motivos para crecer sin planes. Todos los rasgos de mi personalidad están meticulosamente definidos y me llena de orgullo pensarme como tal. Sin duda el chocolate lo prefiero sobre cualquier otra bebida, podría alimentarme sólo de empanadas, papas fritas, crema de tomate y pizza por el resto de mi vida; me gustan las películas románticas y cursis, que me hagan llorar desde el principio, la película que me define es Amelie, amo con locura a Cerati, a Buddha Bar, a Café del Mar y la música hecha e interpretada por mujeres, no me gusta madrugar pero me encanta trasnochar haciendo nada o descargando cosas de internet, soy adicta a las descargas. He tenido algunos problemitas sentimentales pero nunca han sido un obstáculo para mis emociones, puedo pedir perdón descaradamente y también soy muy rencorosa, la frase que rige mi mal genio es: “El que se mete conmigo a las malas, que se entienda con mi carácter”, no me gusta, por lo mismo, que me hagan daño, pues yo no daño a nadie hasta que me voltean al revés y me desconozco, de eso surge la reflexión de este año, de mis accidentados 28 años, de lo que hice mal conscientemente y de lo bueno, que me amplía el espíritu hasta regocijarme y fortalecerme para empezar los 29 como si fuera mi primer día de vida.
Este año empezó lleno de rabia, recuerdo muy bien que estuve más o menos 4 meses peleando con las vísceras por un derecho laboral que me estaban desconociendo con descaro, pero por algo sabe Dios cómo hace sus cosas, esa ardua pelea jurídica me reconcilió con mi segunda profesión, amé y amo en el presente lo que hago, comprendo la necesidad de defenderse y valoro aún más mi entrega profesional, terminé agotada apenas empezando el año, pero todo eso valió en la justa medida cuando pude viajar a Bogotá para ver a mi Cerati y para dispersar la tensión. Este año trajo el tiempo de sanar, me enseñó la prudencia y la sabiduría de la amistad, de la misma manera que sentí rabia también sentí tristeza y alegría. La angustia aunque es recurrente, me perfila para las siguientes batallas. Este año me di el lujo de comportarme como una niña malcriada, vengativa y caprichosa, lo cual no me trae arrepentimientos de ninguna clase pues estuvo muy merecido, a veces lo que uno desconoce de sí mismo surge de las entrañas para darnos una enseñanza, para despertarnos y replantearnos antes de continuar el camino, jamás supe que podían ofenderme hasta tal punto que también podía ofender a los otros sin medir consecuencias, pero gracias a la ofensa de este año desperté en una realidad que me es más apacible y agradable, los amigos no se hacen amigos por el tiempo, tampoco duele perderlos cuando han pasado muchos años, la sensatez es el ingrediente principal, la amistad y el amor son un talento. Me equivoqué al hacer el listado de los verdaderos amigos, puse en él algunos nombres errados pero se pudo arreglar la lista. También me equivoqué al manifestar mis emociones, al final no dolió tanto darse cuenta que estaba mal acompañada, es muy simple dar clic y eliminar, las redes sociales son muy obvias en esa acción, aunque también traen demasiados problemas. Sin embargo, por las redes sociales también supe que me molesta, sobremanera, lo cruda y criticona que es la humanidad, para todo hay una burla, todo está mal, todos los gobiernos son una basura, todos los programas de televisión son tontos, siempre hay una contraparte llena de inconformidad, los eventos realmente emocionantes resultan ser superfluos y equivocados según ellos, y cansa, cansa mucho ver que somos seres de luz pero se nos dañó el fusible, ya nada emociona, nos avergüenza dejarnos llevar por la sensibilidad en multitud, como que la idea es pensar que somos diferentes y aceptablemente intelectuales si nos vamos en contra de lo que el resto del mundo celebra, entonces de esa manera, no nos gusta el Nobel de la Paz o el de literatura o Shakira es una puta porque se presentó en el Mundial de Fútbol, criticamos hasta el cansancio todo lo que sucede a nuestro alrededor y refugiamos la crítica en las estrategias mediáticas que supuestamente cubren todo, no nos damos cuenta que criticar e irse en contra de todo también es una estrategia mediática y muy floja, por eso, yo celebro la vida, celebro el mundo y la gratitud por haber vivido otro año sobre este terreno que a veces se mueve y me hace caer, celebro la vida en esta ciudad chiquita y lluviosa que me regala serenidad y calma mientras existe la queja, mis propósitos de año nuevo serán, tal vez, los mismos de siempre y algunos nuevos, vivir, sentir, amar, perdonar, sanar, olvidar, celebrar, retroceder si se puede, avanzar, construir, aprender, obviar, pertenecer, no criticar, callar, pelear, transformar, conocer y procurar envejecer sin ocultar la edad.
29 errores ha encontrado mi sistema y con ellos he construido experiencia y formas de ver la vida, 29 vueltas, 29 gritos de orgullo, 29 vidas, 29 amores, 29 risas, 29 emociones, 29 inicios de sesión con 29 contraseñas, 29 lecturas y un nuevo fin que trae otro comienzo.
Laura Sanz
EL AMOR COMO PASIÓN PRIMERA Y ESENCIAL (Capítulo tomado de Trabajo de Grado)
jueves, 2 de septiembre de 2010
2. BORDELOIS, Ivonne. Etimología de las Pasiones. Ed. Los libros del Zorzal, 2006. Buenos Aires, Argentina. Pp. 87
3. ORTEGA Y GASSET, José. Estudios sobre el Amor. Ed. Edaf. España, 2000. Pp. 56
4. Ibídem. Pp. 58
5. KRISTEVA, Julia. Historias de Amor. Ed. Siglo Veintiuno. México, 1983. Pp. 4
6. ORTEGA Y GASSET, José. Estudios sobre el Amor. Ed. Edaf. España, 2000. Pp. 61
7. Ibídem. Pp. 61
8. BAUMAN, Zygmunt. Amor Líquido. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 2007. Pp. 20
9. Ibídem. Pp. 70
10. Poema Caricia Fem Laura Marcela Sanz
11. GAOS, José. La Filosofía de la Filosofía. Ed. Crítica. Barcelona, España, 1989. Pp. 133
12. IRIGARAY, Luce. Ser dos. Ed. Paidós. Argentina, 1998. Pp. 37
13. Citado en: IRIGARAY, Luce. Ser dos. Ed. Paidós. Argentina, 1998. Pp. 36
14. BATAILLE, George. El Erotismo. Tusquets Editores. Barcelona, España, 2007. Pp. 33
15. ROUGEMONT, Denis de. Amor y Occidente. Ed. Cien del Mundo. México, 2001. Pp. 42
16. Citado en: FROMM, Erich. El Arte de Amar. Ed. Paidós. Buenos Aires, 1974. Pp. 47.
17. IRIGARAY, Luce. Ser dos. Ed. Paidós. Argentina, 1998.
18. Concepto usado por Dominique Simonnet en La más bella historia del Amor, refiriéndose al amor como una moda del placer.
19. BAUMAN, Zygmunt. Amor Líquido. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 2007. Pp. 8
20. PAZ, Octavio. La llama Doble. Ed. Seix Barral. Colombia, 1993. Pp. 129
21. IMAGEN [(Mariana Palova (b. 1990, Mexico)"Bigamia", 2007 Arte Digital (Fotomanipulacion)]
La Ley de la Filosofía (sobre libro y película El Mundo de Sofía)
viernes, 6 de agosto de 2010
'VOYAGE'
Estoy de viaje por mi mente, por mis recuerdos, por mis rabias, por mi sombra, he buscado algunas razones para no regresar, pero las razones no abundan en los viajes, he reconocido rostros silenciosos y he olvidado palabras de otros tiempos. Descubrí excesos e intentos de perfección en ruinas, no existe la perfección ...viviendo, tal vez de otra manera, pero no en las formas de la vida, por ello me he perdonado algunos gritos y fácilmente salto al agua sin probar su temperatura. Recorro las vías de mis tentaciones para desaprenderme, para dejar de suponer que las cosas del mundo me hieren, pues más bien son las heridas del mundo las que cicatrizan en mí y termino por rechazar lo más querido.
Estoy de viaje alrededor de mi libertad y veo las fronteras de otros cuerpos, mi reacción siempre me desvía a lugares sin norte, pero justamente de eso se trata viajar por uno mismo, medirse, contarse, perderse, anunciarse, disfrutarse y recorrerse.
Aún no se cuándo regreso, el viaje incluye algunas paradas en emociones extensas y sin explorar, incluso dicen que algunos no regresan de sí mismos, pero yo tengo en mis planes traer unos cuantos 'suvenirs' y contar mis aventuras de viaje como quien narra un cuento de Julio Verne.
Por ahora reporto una niebla cálida y algunos charcos de cansancio por tormenta pasada, cuando vengan las cometas con los vientos, habrá otra bitácora de viaje.
Laura Sanz
NADA PERSONAL
miércoles, 19 de mayo de 2010
El 12 de noviembre de 1996 cumplí 15 años de edad, mi papá me había regalado una grabadora redonda que yo le estaba pidiendo desde principio de año, solo tenía casetes para oír, uno era "Zona de Promesas", que me había regalado mi mejor amiga Elsa Jiménez por mi cumpleaños y otro que yo había grabado con propagandas incluidas de la emisora Veracruz Estereo, era un especial que habían hecho del grupo. Pero yo quería estrenarme la unidad de CD de la grabadora, así que en la noche, antes de la fiesta de 15 con mis amigos, mi papá me regaló un CD de Jerry Rivera, el que inmediatamente después cambiamos en la tienda de música del Centro Comercial Sancancio, donde lo había comprado, por "Dynamo", nada recuerdo con tanta precisión como mis 15 con Soda Stereo y, luego de los 15, todos los desamores posibles con la banda de fondo. Por esa época no había concurso de la canción donde no participara, yo le decía a mi profesor de música que quería cantar "Corazón Delator" o "Signos" pero él siempre me preparaba canciones de Mecano, hasta que se puso de moda "En la ciudad de la furia" con Andrea Echeverri, canción con la que compararon mi texto "Memorias de un cuerpo sitiado por la ciudad", lo cual ha sido un honor desde entonces.
Cuando estaba en 11° un tal Humberto Posada me mandaba saludos con una amiga del colegio, estuvimos un año vacilando la forma de la conquista, nuestro noviazgo duró 4 años, nuestra canción, "El Rito", uno de los regalos de aniversario fue "11 Episodios Sinfónicos", cuando cumplí los 19 me regaló "El último Concierto A Y B" y, antes de terminar en el año 2003 su regalo fue "Siempre es hoy" sin saber que mis labios ya decían "Hoy ya no soy yo". Después apareció David Ansermot, en el año 2003, pero cuando digo la palabra aparecer, hablo de aparecer en mi vida sentimental, porque lo conocí en 1997 y todavía intento ignorarlo. A pesar de su amor profundo por Gustavo Cerati, lo que nos unía entrañablemente, yo lo detestaba, nos tocó presentar el ICFES en el mismo salón de la Universidad de Manizales, él llegó tarde y con un sombrerito típico de Cerati, una chaqueta con cremallera hasta el cuello y unas gafas grandes, así tal cual como aparece Gustavito en "Comfort y música para volar", a decir verdad, en ese momento, se me volvió uno de esos amores imposibles, no se podía ser novia de Ansermot en esos tiempos, no se podía amar, no se podía tocar porque perdías, así que lo olvidé y me hice su mejor amiga, me parecía fastidiosamente encantador, pero siendo los mejores amigos, llevamos 7 años enamorados y 4 álbumes de Gustavo Cerati, nuestras canciones MUCHAS.
Volviendo un poco atrás, el 26 de noviembre de 1999 me gradué del colegio y, por supuesto, en la fiesta de grado en una discoteca que se llamaba Sodoma nos pusieron a saltar "De Música Ligera" y "Cuando Pase el Temblor", todas las niñas de la promoción nos abrazamos en círculo y saltamos hasta el cansancio. Cuando entré a la universidad Soda Stereo, Cerati y Cortázar eran mis más fieles compañías, mantenía en mi morral un Discman con algunos CD´S de Soda y de Cerati y algunos libros pequeños de escritores argentinos que me amenizaban el tiempo entre una clase y otra, hasta que conocí a William Giraldo y ya no necesitaba ser apática, yo le prestaba uno de mis audífonos y esperábamos juntos. Recuerdo que con Misael, Charlyz, Humberto, Roberto, Elsa y Giovany Largo hicimos una especie de recital de poesía teatral que se llamó "Memorial de Apoptosis" en el 2001 y una de las canciones que usamos para hacer el cambio de lectura era aquí y ahora, yo tenía que moverme como una prostituta pero la canción me ayudó, se me metió en el cuerpo y me apropié del personaje, Cerati siempre logra algo en mi timidez, incluso cuando se trata de decirle a un hombre lo que siento, por ejemplo, la canción con la que marqué el final con mi exnovio Humberto el día de su matrimonio, sin duda, es "Adios", cuando terminé con Ansermot "Crimen" era mi pañuelo de lágrimas y así con otros hombres, otros vacíos.
Nunca pude ir a un concierto, por varias razones, unas de mi elección y otras de la elección de mi papá, o era “muy chiquita para ir a concierto de Rock donde hay gente loca que salta y me le dan burundanga” o “estoy trabajando y no puedo pedir permiso para ir a un concierto” o “me dolería en el alma esta tusa con un concierto de Cerati”, mejor no voy.
A David Ansermot, en nuestro segundo aniversario, le regalé la Banda Sonora de "+ Bien" y en otro CD quemé "Sólo por hoy" y "Reversiones", hace poco él me regaló "Dynamo" porque lo tenía repetido y yo lo perdí en una de esas fiestas que hace uno en la adolescencia, cuando terminó su rural en Pácora fuimos juntos a comprar el DVD de "Me verás Volver" para hacer plan de Sábado en la noche y Pizza, el día que lo compramos nos encontramos con Cosmo y, mientras David le mostraba el nuevo juguetico, nos dijo que si mirábamos bien la parte del DVD grabada en Bogotá, de pronto lo veíamos a él saltando, el 01 de septiembre de 2009 me quedé en la red de madrugada esperando que alguien subiera el álbum de "Fuerza Natural" para poder descargarlo y regalárselo a David mientras podíamos comprar el original y a los pocos días ya nos sabíamos todas las canciones, dominábamos "Desastre" y sabíamos con certeza que asistiríamos al concierto de la gira en Bogotá. Mi hermana me regaló en mi cumpleaños #28 el "Ahí Vamos" y hoy, aquí sentada frente a mi computador, con la idea de un vacío, recuerdo con una tristeza enorme, hace apenas 6 días, el concierto de "Fuerza Natural" en el Coliseo El Campín en Bogotá, el único concierto de Cerati al que he podido ir paradójicamente, sólo un concierto que me trajo la amistad detrás de un antifaz y un aguardiente antioqueño que pasaba como agua por mi garganta irritada de tanto gritarle a Gustavo que lo amaba. Cuando empezó el concierto todo el mundo se corrió hacia adelante y yo solo le gritaba a Misa, a Chaz y a David que no podía verlo, que todo era una farsa, entonces David me cargó alto y los dos, Gustavo y yo, con el antifaz puesto, cantábamos las mismas letras pero yo le agregaba unas cuantas lágrimas. Me miró -le dije a David- estoy segura de que me miró y solté una carcajada grande, riéndome de esa hermosa sensación de ser una fan histérica con un sueño hecho realidad. Cuando salimos del concierto las últimas palabras que dije antes de perder la voz del todo fueron: “A Cerati no me lo vuelvo a perder nunca en la vida” y al día siguiente agregué a mis recuerdos del concierto la frase “Lo estoy olvidando”, era justamente eso que se siente cuando quieres tener algo en la mente por siempre, sólo se olvida…
Hoy, 19 de mayo de 2010 el encabezado de www.elespectador.com dice “Gustavo Cerati se debate entre la vida y la muerte” y yo me derrumbo… y lo escucho… una y otra vez… y lloro… y odio la fragilidad de la vida, esa vida mía que ha sido de música y de Cerati.
Mis amigos ya lo han dicho, no podemos hacer nada, sólo escribir, sólo contarnos esas anécdotas que finalmente nos unieron en lo que Cosmo llama el "Ceratismo", sin embargo, en la sala de mi casa, mi mamá ha encendido un velón blanco en nombre de Cerati y me dice, mientras lloro, que comprende lo que siento porque algo así sintió cuando se murió uno de sus ídolos en los años 70´, “se va a poner bien” -me dice-, “Diosito sabe que no es hora”, “rece antes de acostarse para que todo salga bien y se alivie” y yo pienso que daría lo que fuera para que mis oraciones y mis pensamientos lleguen de la forma correcta, para que lo sanen, para que vuelva de su "paseo inmoral" y no nos diga "Adios" por ahora.
He tenido una buena vida, llena de muchos momentos, tendencias, fui rockera, hippie, patineta, hice teatro, canté, estudié filosofía, me dio por ser abogada, he trabajado en lo que me pongan, he tenido hombres gordos, flacos, crespos, altos y bajitos, pero los que más me gustan son los que se parecen a Cerati, por los tenis, por las chaquetas, por sus pensamientos y sus formas egocentristas de conquistar. Me he tusado, he tenido el pelo largo, he tenido gafas de todos los estilos, he leído todo tipo de literatura, he dado besos de todas las formas, pero nada ha permanecido tanto tiempo en mi vida como Gustavo Cerati.
Yo te quiero aquí, "vivo"…
MI SUEÑO
Corto pedazos del día para pegarlos de noche en mi subconciencia,
Me gusta el color de una de las calles de mi barrio y el sabor de los dulces que me preparas,
Si he de subir a algún lugar para hallar algo, entonces quiero en mi sueño las escaleras de ese edificio abandonado,
Tomaré agua de yerbabuena para no asustarme cuando no pueda correr y tendré en cuenta las alas de aquel tatuaje de dragón para poder volar si me siento amenazada.
Imitaré tu forma de acariciarme por si te veo en mi sueño, es posible que te guste tanto como a mí.
Te suplico que no desaparezcas,
No me beses con los labios de otro rostro,
No me hagas pasar por un puente colgadizo,
Ni me sumerjas en el mar oscuro si no es para licuar la esperanza de estar vivos,
No huyas que no podré seguirte,
No lleves espejos,
No grites,
No convulsiones en deseos,
No me dejes… yo solo voy a soñarte.
Laura Sanz
EL SUEÑO DE EROS
Te encontré atado a una forma del olvido,
no logro saber con certeza si estabas en la ciudad de la vigilia o en la del sueño,
pero ahí estabas,
rodeado de mares y espacios inhabitados.
Te regalé un par de gotas de vacío y el bostezo te desdibujó en la despedida, soy tu alucinación,
tu forma freudiana de erotismo,
no escatimes el contacto,
tal vez no sea un sueño.
Laura Sanz
AGUA
cambia el frío en la mañana....
él respira de una forma intermitente y yo solo lo espero.
Sus pasos no dibujaron el camino y ahora hay que buscar el sur porque en el norte
ya no hay lugar para nadie.
Me reconocí levemente, pero cuando me observé demasiado corrí el riesgo de olvidarme....
olvidé mi cielo,
mis conquistas,
mis renuncias,
mis señales...
olvidé que también en el olvido hay que recordar la hora...
y se me hizo tarde...
en la espera, en la llamada, en la habitación, en tus ojos....
en la lluvia, en tu beso....
se me hizo tarde para amarte.
Laura Sanz